Mucha gente afirma que la medicina veterinaria mata a las mascotas. Los médicos administran vacunas que no curan, pero matan a las mascotas. Han surgido muchos mitos en torno a esto. Echemos un vistazo a los más comunes.
Los animales tienen su propia inmunidad
Sí, esto es parcialmente cierto. Todo organismo vivo tiene inmunidad. Desafortunadamente, la mala ecología también ha afectado a los animales. Por lo tanto, no todos los cachorros o gatitos tienen inmunidad innata a las enfermedades. No en vano, entre los animales recién nacidos existe una alta tasa de mortalidad, independientemente de que sean domésticos o de exterior. No solo los recién nacidos pueden morir a causa del virus, los que salen por primera vez a una edad temprana también están en riesgo. El medio ambiente es bastante peligroso para un organismo inmaduro y contiene muchas amenazas que son invisibles a simple vista.
La vacunación causa enfermedades y complicaciones graves
Las vacunas en sí mismas son completamente inofensivas. Realmente pueden doler si descuida las reglas de seguridad. No se trata solo de que los veterinarios se nieguen a vacunar a los animales enfermos o que aún están inmaduros después de una enfermedad. También está prohibido vacunar a las mascotas que no hayan sido tratadas contra los parásitos. Los gusanos y los parásitos de la piel debilitan el cuerpo.
Un animal necesita ser vacunado solo una vez en la vida
Por supuesto, este no es el caso. Como analogía, considere el ejemplo de la reacción humana de mantoux. Se realiza más de una vez en la vida. Lo mismo ocurre con las vacunas. Se elaboran a lo largo de la vida del animal.
Cualquiera, en cualquier lugar puede vacunar a un animal
El mito más peligroso. Solo un veterinario especialista en la clínica tiene derecho a vacunar. Además, no puedes ir a donde es más barato. Esto puede indicar que la institución ahorra en la calidad de los medicamentos. Después de la vacunación, se debe colocar una etiqueta en el veterinario con el sello de la clínica o de un especialista específico.
Podemos concluir con seguridad que las vacunas no solo son necesarias, son vitales. Sí, cuesta algo de dinero, pero la vacunación oportuna seguirá siendo más barata que el tratamiento prolongado, que no siempre termina con éxito. Especialmente si se trata de una enfermedad grave como la rabia. Cuida la salud de tu mascota desde temprana edad.