Para que su cachorro crezca sano y alegre, se deben seguir ciertas reglas de higiene, incluido el mantenimiento de las orejas limpias. Un perro sano necesita limpiarse los oídos al menos una vez cada dos o tres semanas, y si el perro tiene orejas cortas, una vez a la semana. Esto le ayudará a evitar muchos problemas con la salud de su mascota: incluso en oídos sanos, el azufre se acumula con el tiempo, un exceso del cual puede provocar inflamación.
Instrucciones
Paso 1
Prepare bastoncillos de limpieza de oídos, hisopo de algodón o disco (según el tamaño de su oreja). Elija un momento en el que el perro esté tranquilo y no tenga que apresurarse a ningún lado. Pídale a alguien que le ayude a sostener al cachorro. Antes de comenzar a limpiar, masajee los oídos de su bebé, asegúrese de que se sienta cómodo.
Paso 2
No se recomienda limpiar sus oídos con un bastoncillo o palito de algodón seco, ya que puede dañar la piel del oído. Utilice un medicamento veterinario especial o aceite vegetal. Asegúrese de que el hisopo no esté demasiado húmedo; no debe gotear ningún líquido.
Paso 3
Para asegurar la cabeza de su perro, abrácelo suavemente debajo del cuello y presione su cabeza contra su pecho. Un perro pequeño se puede envolver en una toalla.
Paso 4
Doble la oreja hacia un lado y comience a frotar el interior suavemente, moviéndose lentamente de arriba a abajo. Actúe con mucha suavidad: cuanto menos molestias experimente el cachorro durante el primer cepillado, mejor se relacionará con este procedimiento en el futuro. Limpia solo la parte visible de la oreja. No es necesario penetrar los canales auditivos.
Paso 5
Calma a tu cachorro mientras lo cepillas. Habla con él con suavidad y calma. Esté preparado para que intente resistir. Con toda su precisión, será desagradable en cualquier caso. Si quiere mover la cabeza después de cepillarse los dientes, no lo moleste, tal vez le haya entrado líquido en los oídos. Será mejor si el perro lo sacude. Después de terminar de limpiar, elogie al cachorro, dele un premio.