Hay muchas perreras donde se entrenan perros, lo que no se puede decir de las mismas instituciones para gatos. Debido a esto, podría pensar que no fueron hechos para esto. Sin embargo, los gatos también se pueden entrenar como cualquier otro animal.
Puedes entrenar a tu mascota para que realice determinadas tareas en casa. Es importante comprender que el entrenamiento no debe ser una carga para el gato. Si no le gusta hacer ciertas cosas, será casi imposible obligarlo. Ni la persuasión ni el soborno en forma de su comida favorita ayudarán aquí.
Además, si el gato no confía en ti, también debes olvidarte de la posibilidad de adiestramiento.
Edad
La edad óptima para empezar a entrenar es de 7-8 meses. En esta etapa de desarrollo, se considera que los gatos tienen la edad suficiente para comprender los requisitos y deseos de sus dueños.
Dónde empezar
La formación no debe iniciarse sin una preparación previa. Es necesario observar a la mascota, comprender su carácter, hábitos. También debe identificar sus golosinas y juegos favoritos. Todo esto le permitirá elegir el programa de entrenamiento óptimo, que le dará el máximo resultado.
Como son las sesiones de entrenamiento
Para que el gato aprenda el comando necesario, por ejemplo, "siéntate", debes tomar una golosina y mostrársela a tu mascota. Cuando esté interesado, diga la orden con calma pero con persistencia. Repita una vez más y aplique una ligera presión sobre las patas traseras del gato para ayudar al animal a comprender mejor lo que se quiere de él. Lo principal que debes tener en clase es paciencia. Con el tiempo, el gato recordará todo y se sentará. Cuando esto suceda, ordene unas cuantas veces más y solo entonces recompense a la mascota.
Después de descansar unos minutos, refuerza el equipo. Continúe entrenando hasta que el gato comience a ponerse en cuclillas sin golosinas ni su ayuda.
El entrenamiento del comando "Dar una pata" debe realizarse después de haber estudiado la acción anterior. Cuando el gato esté sentado, tome una de sus patas, diga la orden y dele una golosina. Como en el caso anterior, conviene realizarlo hasta que la propia mascota te dé una pata.
El comando "Acuéstese" sigue el mismo principio. Solo necesita presionar la parte delantera del gato sentado para que se acueste y luego recompensarlo con un premio.
Sin embargo, no se exceda. Los gatos se diferencian de otros animales en que no hacen lo que no quieren. Cada entrenamiento debe ser una especie de juego para ellos.
Es importante que una mascota comprenda que si se cumplen las condiciones del propietario, recibirá una recompensa. Y si no, no obtendrá nada por ello. Este método de enseñanza se llama "refuerzo positivo".
Este entrenamiento mostrará una vez más quién está a cargo de la casa y también aumentará el ingenio del gato.