Es de destacar que fue el gato el último animal salvaje que el hombre hizo su amigo. Para que se acostumbre a sus manos, debes ser paciente y no concentrar demasiado tu atención en esto.
Instrucciones
Paso 1
Los gatos son criaturas muy perceptivas y sensibles. Se le debe enseñar a manejar las manos lentamente, sin imponer su sociedad. Si el gato se salta de las manos, no lo sujete. Déle tiempo para que comprenda que puede confiar en usted.
Paso 2
Entrene manualmente al animal en varias etapas. Primero, rasca al gato detrás de la oreja, acariciando suavemente con movimientos ligeros. Entonces puedes cebarla con la comida que le encanta. Tan pronto como el gato se acerque, no lo agarre de inmediato en sus brazos. No hagas ningún movimiento brusco, deja las palmas de las manos cerca mientras come.
Paso 3
Se paciente. Cuanto más joven sea el gato, es más probable que sea más cariñoso. Los animales menores de 8 meses se acostumbran más rápidamente a los humanos. Necesitan ver y sentir un posible amigo en ti. Sin embargo, necesitarás paciencia y mucho conocimiento sobre los hábitos de estos interesantes animales para poder hacerte amigo.
Paso 4
Premie a su gato por la atención que le ha prestado. Si notas que es más probable que se siente o se acueste a su lado, haz algo bueno por ella. Juega con un lazo atado a una cuerda o disfruta de algo sabroso.
Paso 5
No la lastimes Los gatos tienen la capacidad de recordar el daño infligido por el dueño. Si ha ofendido injustamente a su pupila, haga todo lo posible para merecer su perdón. De lo contrario, evitará diligentemente tus manos y dejará de saltar a tu regazo, prefiriendo la soledad.
Paso 6
No se desanime si su pupilo tiene dificultades para acostumbrarse a sus manos. A los representantes de algunas razas no les gusta en absoluto el toque de las manos humanas. Dale algo de tiempo a un gato así. Cuanto más cariñosa y confiada sea tu actitud, más rápido comprenderá que estás complacido cuando esté más cerca de ti. Por ejemplo, los gatos de raza siberiana son muy caprichosos. Pero son tan inteligentes y entienden a su amo que después de unos años de convivencia, olvidarás que intentaste acostumbrarla a las manos.