Los síntomas de la enfermedad en los animales pueden ser muy diferentes a los de los humanos. Es por eso que los dueños, como los gatos, necesitan poder detectar signos específicos de problemas de salud en este tipo de mascota.
Instrucciones
Paso 1
Revisa la punta de la nariz del gato. Cuando esté saludable, debe estar fresco y húmedo. Cuando está enfermo, la nariz se seca. Una excepción se puede considerar una situación en la que el gato acaba de despertarse; en cualquier caso, la nariz estará caliente.
Paso 2
Evalúe el estado del pelaje del animal. Si se cae con fuerza sin motivo, hasta la formación de calvas, se ha vuelto opaco, esto también puede indicar enfermedades tanto internas como externas.
Paso 3
Analiza el comportamiento de tu gato. Un animal enfermo busca retirarse, aunque sea contrario a su naturaleza. Intenta alejarse tanto de la persona como de los de su propia especie, se vuelve letárgico, juega menos. Una disminución del apetito también puede ser un indicador. La agresión excesiva, especialmente al intentar levantar, al tocar ciertas partes del cuerpo, por ejemplo, el estómago, puede considerarse un síntoma adicional.
Paso 4
Esté alerta si el animal tiene problemas con el sistema excretor. La insuficiencia renal es un problema común en los gatos, especialmente en los gatos mayores. Si su mascota va al baño con demasiada frecuencia, más de tres a cinco veces al día, o, por el contrario, no observa la micción, si el olor a secreción aumenta drásticamente, debe comunicarse con su veterinario. Los problemas con las heces, como la diarrea persistente, también deben considerarse un síntoma de problemas.
Paso 5
Examine los ojos y los oídos del animal. En un estado saludable, solo una secreción menor puede estar presente en ellos. Si la cantidad de esta secreción ha aumentado, podría ser un signo de inflamación. También preste atención al estado de la boca. Las úlceras en la lengua y la boca y el aumento de la salivación pueden indicar la necesidad de una intervención médica. Podemos hablar tanto de una enfermedad infecciosa como de un cuerpo extraño ingerido.
Paso 6
Los vómitos frecuentes también deben llamar su atención. En estado normal, cualquier gato puede vomitar pelo, y esto no debe considerarse una patología. Pero si aparecen rastros de sangre o bilis entre el pelo, y los vómitos no se detienen e impiden que el gato digiera la comida con normalidad, averigua el motivo de esta afección con tu veterinario.