El lagarto más grande y largo del mundo, el dragón de Komodo, parece intimidante. Probablemente esta sea la razón por la que a veces se la llama el dragón de Komodo. Estos lagartos viven en Indonesia y están protegidos por la ley.
Lagarto monitor de Komodo - dimensiones y apariencia
El lagarto monitor gigante de Indonesia es el más grande del mundo. El peso medio de estas lagartijas es de unos 90 kg, y su longitud es de unos 2,5 metros, es decir. en tamaño, son mucho más grandes que los humanos. Las hembras suelen ser más pequeñas que los machos.
El récord de peso y altura registrado oficialmente para este lagarto fue de 160 kg y más de 3 metros de longitud. Exteriormente, el lagarto monitor se parece a un lagarto, un dinosaurio y un dragón que nadie ha visto nunca. Sin embargo, las leyendas sobre los dragones pueden tener su origen precisamente en la apariencia y el enorme tamaño de este lagarto.
Los nativos creen que el lagarto es más parecido a un cocodrilo, y llaman al lagarto monitor cocodrilo terrestre. Aunque el dragón de Komodo nada bien, no vive en el agua, solo caza, y aun así no siempre. Además, este lagarto trepa perfectamente a los árboles, a pesar de su peso, y desarrolla una velocidad muy decente, persiguiendo presas.
El color del lagarto monitor es marrón oscuro intercalado con amarillez, tiene dientes terribles y afilados. La estructura de la mandíbula del lagarto es muy similar a la boca de un tiburón, tiene más de 60 dientes.
Preferencias de hábitat y sabor
El parecido exterior con los dinosaurios en el lagarto monitor de Komodo es limitado, ya que este lagarto no se puede atribuir a los herbívoros. Sus preferencias alimentarias son muy diversas: el lagarto monitor puede alimentarse de casi cualquier criatura viviente e incluso de insectos, y no desdeña la carroña. Los lagartos recién nacidos abandonan a su madre inmediatamente después de salir del cascarón de huevos, por esta misma razón. Un lagarto monitor hambriento puede atacar a una persona, ya que a menudo hay casos de un lagarto que ataca incluso a una presa más grande que él.
Los lagartos monitores cazan a sus presas en emboscadas y, por lo general, les rompen las patas con un golpe preciso de una cola enorme y poderosa. Después de ser mordido por un dragón de Komodo, las posibilidades de supervivencia de la víctima tienden a cero, ya que tiene muchas bacterias peligrosas en su cavidad bucal y hay glándulas venenosas en la mandíbula inferior. La inflamación después de una mordedura ocurre muy rápidamente, y es suficiente que un lagarto monitor espere un rato estando cerca: este es el secreto de su éxito para derrotar a oponentes más grandes. Un búfalo mordido por un lagarto monitor muere después de 3 semanas.
Las personas que viajan a la tierra natal del dragón de Komodo deben tener mucho cuidado: los lagartos tienen un sentido del olfato muy agudo e incluso un leve rasguño con olor a sangre puede atraer a un individuo agresivo. Las personas que acompañan a los grupos de turistas en Indonesia siempre llevan armas para este caso. Los lagartos monitores cazan exclusivamente durante el día.