Las razas de gatos de masa escocesa y británica están relacionadas. Los gatos escoceses pueden considerarse uno de los vástagos de la raza británica. Pero después de que la mutación del pliegue se impuso, se prohibió el apareamiento entre estos animales y la diferencia entre los escoceses y los británicos se hizo evidente.
De la historia de las razas
Los gatos británicos remontan su historia a principios del siglo pasado. En Gran Bretaña, los criadores criaron gatos fundamentalmente nuevos cruzando varias razas europeas de pelo corto. La principal diferencia entre los británicos es su lana densa y gruesa, que recuerda al pelaje de los valiosos animales de piel. Esta textura se debe al hecho de que el pelo protector y la capa interna tienen la misma longitud. Los gatos británicos se distinguen por su peso impresionante, constitución densa y huesos fuertes. Tienen hocicos redondos con mejillas fuertemente desarrolladas y orejas pequeñas y colocadas, no demasiado largas y colas bastante gruesas. El color puede variar, pero el azul es especialmente popular.
En los años 60 en Escocia, un gatito con extrañas orejas caídas fue encontrado en una de las camadas de un gato británico. El dueño no descartó al bebé, sino que, por el contrario, decidió arreglar esta mutación. Como resultado del cruce sistemático, se arreglaron las orejas caídas. Después de algún tiempo, la raza fue reconocida oficialmente y nombrada "Scottish Fold".
Sin embargo, se descubrió un problema: era imposible tejer animales de orejas caídas entre sí: los gatitos nacían débiles, feos o incluso completamente inviables. Por lo tanto, los gatos británicos participaron en el apareamiento. Los gatitos con orejas rectas se registraron como British Shorthair y los de orejas plegadas se convirtieron en escoceses. Esta práctica continuó hasta la década de 2000, hasta que finalmente, en 2004, fue prohibida. Hoy en día, los gatos escoceses de pedigrí no pueden tener antepasados británicos, y todo el apareamiento se lleva a cabo entre los pliegues escoceses de orejas plegadas y los rectos escoceses de orejas rectas.
Hay otra variedad de la raza escocesa: Highland Folds y Highland Straights. Se distinguen por su pelo largo, pero por lo demás cumplen plenamente con los estándares de los gatos escoceses de pelo corto.
Diferencias entre británicos y escoceses
Los gatitos pequeños de razas británicas y escocesas pueden ser difíciles de distinguir para una persona sin experiencia. Sin embargo, el especialista notará inmediatamente la diferencia. Los pequeños británicos se parecen a los osos de peluche: son regordetes, están bien alimentados y tienen patas cortas. Los escoceses son más elegantes. Se distinguen por una cara bonita "infantil" con ojos grandes, perfectamente redondos y orejas pequeñas.
Las diferencias se vuelven más notorias con la edad. A la edad de tres meses, los pliegues escoceses tienen las orejas caídas. Pero los escoceses de orejas rectas tampoco se parecen a los británicos. Su cuerpo es esbelto, sus patas son más largas, la cola corta, típica de los británicos, se considera un defecto, al igual que las mejillas sobredesarrolladas. Los gatos escoceses adultos tienen el mismo peso que las gatas británicas, nunca alcanzan el tamaño de los productores británicos.
Los gatos británicos son un poco flemáticos, muy comedidos. Los escoceses son más amigables y extrovertidos. Ambas razas se prestan bien a la educación, se distinguen por la buena salud y el buen apetito.
Las diferencias también se notan en la textura del pelaje. En los gatos escoceses, es más sedoso, la capa interna es más corta que el pelo protector, por lo que el efecto "felpa" no es tan notorio. Los Scottish Folds adultos y los Scottish Straights deben mantener la "cara de bebé", que es una de las diferencias de esta raza. El color de los ojos de los británicos suele ser naranja brillante o cobre, el iris de los escoceses puede tener un tono diferente, depende del color del pelaje. Por ejemplo, los gatos blancos y negros tienen ojos de color marrón claro.