El Labrador es una de las razas de perros más comunes, un verdadero amigo que nunca cederá. Los labradores son una especie de poseedores de récords, porque su inteligencia es una de las más desarrolladas entre los representantes de la tribu canina.
El labrador tiene fama de ser el favorito de toda la familia y una especie de persona cariñosa y bondadosa, pero su adecuada crianza y posterior adiestramiento son las tareas primordiales de todo aquel que opta por un cachorro de esta particular raza. Debe recordarse que con una crianza insuficiente, el labrador bien puede convertirse en un "tirano doméstico", y en este caso, ni el perro ni su dueño esperarán nada bueno.
Un poco sobre el carácter
El Labrador es un perro con un carácter fuerte, incluso podría decirse, descarriado, y si lo rompes a la edad de cachorro - "aplastalo debajo de ti mismo", entonces será muy difícil lidiar con el perro adulto, prohíbele que lo haga. haz algo o enséñale cualquier orden.
Es necesario formar el carácter del Labrador inmediatamente después de conocerlo, y se deben hacer todos los esfuerzos posibles para asegurarse de que el cachorro aprenda claramente el "no" del maestro.
¿Quién está a cargo de la manada?
Sin embargo, un perro de la raza Labrador, como un representante de cualquier otra raza grande, al ingresar a un nuevo entorno, intenta convertirse en el principal de la “manada”. Es importante no perderse este momento y dejarle en claro a su mascota lo que puede y lo que no puede. Si, por ejemplo, se permite que un bebé mullido duerma en la misma cama con su dueño, entonces es fácil adivinar cómo se verá después de un año y medio, cuando el perro pesará los cincuenta y cinco kilogramos.
El perro debe conocer su lugar. Dormitorio principal, guardería, armario, cocina: todas estas áreas deben convertirse en un tabú estricto para una mascota. Es importante saber que en ningún caso debe golpear al perro, esto solo agravará la desobediencia. Alternativamente, en caso de desobediencia, el cachorro puede ser acariciado levemente por la nuca o presionado fácilmente contra el piso; en general, haga lo que hacen los líderes con los miembros desobedientes de la manada.
Durante la pubertad (de 6 a 12 meses), un cachorro labrador puede volver a "tomar lo viejo", pretendiendo "olvidar" todo lo que le enseñaron. Durante este período, el perro puede intentar tomar la iniciativa, pero permitirlo es mostrar su debilidad, que en el caso de un perro grande es altamente indeseable. Sea estricto y consistente, trate de lograr la completa obediencia de la mascota. Es importante comprender que todos los miembros de la familia deben participar en la crianza de un cachorro labrador. En otras palabras, si alguien le permite a un perro algo que otra persona no le permite, puede generar grandes problemas en el futuro.