La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva, la membrana mucosa que cubre los globos oculares y reviste el interior de los párpados. Esta enfermedad también se presenta en perros.
La conjuntivitis rara vez aparece como una enfermedad independiente. En la mayoría de los casos, es una manifestación de alguna otra enfermedad, como la peste o la hepatitis infecciosa. La conjuntivitis también puede ocurrir como resultado de una lesión en los ojos, irritación con detergentes u otros productos químicos, arena, polvo. La alergia al polen también puede manifestarse como conjuntivitis.
Síntomas de conjuntivitis
La conjuntivitis en perros se presenta en cuatro formas: catarral, purulenta, folicular y flemonosa.
La forma catarral de la conjuntivitis se caracteriza por edema y enrojecimiento de la membrana mucosa del ojo y lagrimeo. Si no se trata, la forma aguda se vuelve crónica.
Con la conjuntivitis purulenta, estos síntomas se acompañan de una secreción purulenta, que al principio es líquida y luego se vuelve espesa. El pus seco molesta al perro y constantemente se frota los ojos con las patas. A menudo se observa fotofobia, lo que obliga al animal a entrecerrar los ojos. El proceso inflamatorio puede afectar no solo a la conjuntiva, sino también a la córnea.
Con la conjuntivitis folicular, aparecen folículos purulentos en la superficie interna del tercer párpado. Muy a menudo, la conjuntivitis folicular es crónica y recurre periódicamente.
La forma más grave es la conjuntivitis flemonosa, que afecta, junto con la conjuntiva, el tejido subconjuntival y el epitelio. Hay hinchazón del párpado, secreción mucosa o purulenta, protuberancia anular de la conjuntiva. La superficie de la conjuntiva se vuelve vidriosa, aparecen úlceras.
Tratamiento y prevención de la conjuntivitis
El tratamiento para la conjuntivitis es con gotas o ungüentos antiinflamatorios para los ojos que contienen antibióticos. También se prescriben medicamentos antiinflamatorios para administración oral. Si la conjuntivitis es una complicación de otra enfermedad, el primer paso es tratar la enfermedad.
El veterinario debe prescribir el tratamiento basándose en los resultados del examen de los animales y las pruebas de laboratorio. El propio propietario solo puede proporcionar primeros auxilios al perro.
Los ojos del perro deben enjuagarse con una solución débil de permanganato de potasio, luego humedecer un hisopo de algodón con aceite de vaselina y eliminar las costras purulentas. Para que al perro le moleste menos el dolor y la picazón, puede ponerle compresas frías en los ojos 2-3 veces al día.
Como cualquier enfermedad, la conjuntivitis es más fácil de prevenir que de curar. Para ello, es necesario limpiarle los ojos al perro todas las mañanas con un hisopo de algodón humedecido con agua hervida, protegerlo del contacto con animales que presenten síntomas de conjuntivitis y tratar de inmediato las enfermedades que pueden causar conjuntivitis.